Imagina que estás en un bosque lleno de pinos, disfrutando de la naturaleza. De repente, te encuentras con unos bichitos muy curiosos que parecen estar de fiesta en un árbol. Esos pequeños tramposos son las orugas de la procesionaria del pino. A primera vista parecen inofensivos pero en realidad es una especie que puede causar estragos en los bosques de pinos y representar riesgos para la salud humana y animal. En este artículo exploraremos, la naturaleza de la procesionaria, sus riesgos y diferentes estrategias para controlarlas.
La naturaleza de la procesionaria del pino
La procesionaria pasa por cuatro fases a lo largo de su ciclo de vida. La vida de la procesionaria comienza en la parte superior de las ramas de los pinos, donde las mariposas hembras depositan sus huevos. Después viene la fase Larval, donde las orugas emergen en busca de alimento y crean nidos sedosos en los pinos creándose un refugio donde congregarse. Sigue la fase Pupa, donde las orugas se transforman en pupas dentro de los capullos en el suelo y finalizan con su ciclo de vida en la fase adulta donde emergen de las pupas reiniciando el ciclo al depositar huevos en los pinos.
Podemos encontrar esta especie en bosques de pinos y áreas arboladas, puesto que son sus hábitats preferidos. Hay que tener especial cuidado durante la primavera, ya que las orugas se vuelven más activas y visibles mientras se desplazan en procesiones desde los nidos hasta las zonas de alimentación. Este período es crucial para la implementación de medidas de control. Sin embargo, en otoño, cuando se crean estos característicos nidos con forma de bolsones para pasar el invierno y protegerse del frío, es cuando las larvas comienzan a alimentarse del árbol, poniéndolo en peligro, hasta que estas bajan en procesión en primavera. Para más información sobre la relación entre el otoño y la procesionaria del pino te animamos a ver un artículo previamente publicado del blog de Sitehisa.
Riesgos de la procesionaria del pino
- Problemas respiratorios: La inhalación de pelos urticantes puede causar irritación en las vías respiratorias, lo que podría desencadenar problemas respiratorios, especialmente en personas con afecciones respiratorias preexistentes.
- Irritación cutánea: El contacto con los pelos urticantes de las larvas puede causar irritación en la piel, y pueden llegar a provocar irritaciones intensas, enrojecimiento, inflamación y picazón.
- Toxicidad para animales: Las mascotas, como perros y gatos, también pueden verse afectadas por los pelos urticantes de la procesionaria, pudiendo sufrir reacciones alérgicas, irritaciones y problemas oculares similares a los humanos. Además, si los animales ingieren las larvas o los pelos urticante, los animales pueden tener lesiones en la boca, lengua y garganta, provocando dolor e inflamación.
- Daño a la vegetación y biodiversidad: La procesionaria del pino también representa un peligro para los árboles y la biodiversidad en general. Las larvas se alimentan de las acículas de los pinos y cedros, debilitándolos y causando daños en su estructura. Esto puede llevar a la pérdida de árboles y afectar negativamente a los ecosistemas donde se encuentran.
Estrategias de control
Ante el riesgo potencial que representa la procesionaria del pino, es crucial implementar medidas de control y prevención para proteger tanto la salud humana como la vegetación circulante. Aquí te presento algunas estrategias efectivas para el control de la procesionaria del pino:
Tratamientos
- Tratamientos químicos: Se pueden aplicar insecticidas específicos para el control de la procesionaria del pino en áreas afectadas. Es importante realizar estas aplicaciones de manera cuidadosa y siguiendo las recomendaciones del fabricante.
- Tratamientos biológicos: Introducir enemigos naturales de la procesionaria, como parasitoides y predadores, puede ayudar a controlar su población de manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Otros métodos de control
- Trampas de feromonas: El uso de trampas de feromonas puede ser efectivo para monitorear la presencia de la procesionaria y capturar individuos adultos, reduciendo así la cantidad de huevos depositados en los pinos. Estas trampas se colocan en junio, julio y agosto. Se revisan durante agosto y septiembre. Y finalmente, se retiran en octubre y noviembre.
- Eliminación mecánica de nidos: La eliminación manual de los nidos durante la temporada invernal antes de que las orugas se desplacen.
- Podas selectivas: Odar y eliminar las ramas infestadas puede ayudar a limitar la propagación de las orugas y reducir el riesgo de daño a la vegetación circundante.
- Endoterapia: La endoterapia implica inyectar insecticidas directamente en el tronco del árbol, lo que puede ser una opción para tratar árboles individualmente y limitar la exposición a otros organismos no objetivos.
- Depredadores naturales contra la procesionaria del pino: Existen tres tipos principales de depredadores contra la procesionaria:
- Insectos: se comen sus huevos, como es el caso de las chicharras.
- Aves: Existen muchas aves insectívoras a las que les encanta comer procesionaria. Algunos ejemplos son el herrerillo (Parus caruleus), la abubilla (Upupa epops) y por supuesto, el cuco (Cuculus canorus).
- Mamíferos: Pequeños mamíferos alados, o sea murciélagos, también se alimentan de este insecto, más que nada en su fase de mariposa.
Profesionales en control de plagas
Sin embargo, cuando se trata de combatir la procesionaria del pino, el mejor consejo es dejarlo en manos de profesionales. Y en esta batalla contra la temida procesionaria del pino, hay un héroe que destaca entre la multitud: Sitehisa. Con una vasta experiencia en el control de plagas y un equipo de expertos altamente capacitados, Sitehisa ofrece una solución integral y efectiva para combatir la presencia de la procesionaria del pino. Además, no solo erradican la procesionaria del pino, sino que también educan y empoderan a la comunidad para prevenir futuras invasiones, cultivando un futuro más verde y saludable para todos.
En conclusión, a pesar de su fascinante existencia, la procesionaria del pino puede transformarse en un problema cuando su presencia amenaza la salud de los árboles y la seguridad de quienes comparten su entorno. La clave radica en entender la naturaleza de la procesionaria y ser conscientes de sus riesgos para así implementar estrategias de control efectivas. De este modo, podemos conservar nuestros espacios verdes, mitigando los riesgos asociados con la procesionaria del pino y garantizando que podamos seguir maravillándonos con la belleza de la naturaleza sin comprometer nuestra seguridad y bienestar.
Si necesitas ayuda eliminando esta plaga común dentro de los árboles, llámanos al 944 476 888 y nosotros te solucionaremos el problema. También puedes contactarnos en nuestro formulario web.
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